Review del Samsung Galaxy Book 3 Pro 16: Un portátil profesional con gran pantalla OLED

En pocas palabras

Puntuación

Pros

• Pantalla OLED excelente con gran visualización del color
• Batería de larga duración
• Ligera a pesar de su gran pantalla
• Muy buena potencia de cálculo
• Teclado y touchpad de primera
• Frecuencia de refresco de 120 Hz

Contras

• SSD solo con 512 GB
• Demasiado software superfluo preinstalado

Nuestro veredicto

El Samsung Galaxy Book 3 Pro es un todoterreno para profesionales muy óptimo en el que apenas tendrás que prescindir de nada: Pantalla grande, rendimiento excelente, diseño ligero, duración de batería muy duradera, teclado excelente – el portátil de 16 pulgadas ofrece el programa completo. Sin embargo, tienes que aceptar un SSD relativamente pequeño y demasiadas apps preinstaladas que solo estorban.

Desde su regreso al mercado de portátiles hace tres años, Samsung no ha dejado de ampliar su gama de portátiles: Actualmente, el Galaxy Book está disponible como variante convertible, como serie básica asequible, como modelo Ultra con una potente GPU y como modelo Pro para un uso productivo en la empresa.

El Galaxy Book 3 Pro 16 está diseñado para cubrir el mayor número posible de áreas de aplicación: La gran pantalla de 16 pulgadas garantiza una visión óptima para el trabajo de oficina con textos y tablas, pero también para tareas gráficas con fotos y vídeos. Sin embargo, el portátil es ligero y duradero para que el trabajo no tenga que realizarse siempre en el escritorio y cerca de una toma de corriente.

Este equilibrio se consigue gracias al procesador Core i7-1360P de la familia P de la generación Raptor-Lake de Intel: ofrece más potencia que los económicos procesadores U para ultrabooks, pero sobrecarga menos la batería que los potentes modelos H.

Thomas Rau

La tapa de la elegante carcasa de aluminio gris oscuro (color grafito) se puede abrir con un poco de esfuerzo con una sola mano, gracias al hueco de fácil agarre de la parte frontal de la carcasa, pero las bisagras de la pantalla, bastante rígidas, juegan en contra. Cuando el portátil está abierto, mantienen la pantalla estable en el ángulo establecido. Sin embargo, las huellas dactilares son claramente visibles en la carcasa tras poco tiempo de uso.

Como todos los dispositivos Samsung, el Galaxy Book 3 Pro viene con amplias funciones de software: Por un lado, esto puede ser motivo de entusiasmo, ya que aquí no se deja ningún deseo sin cumplir: desde la bóveda de contraseñas hasta el software de copia de seguridad, pasando por la edición de vídeo, los programas de Samsung cubren todas las áreas de uso importantes.

Por otro lado, se plantea la cuestión de por qué Samsung tiene que incluir tanto bloatware redundante cuando en la mayoría de los casos también hay una herramienta adecuada de Windows a bordo para este fin. La atención se centra principalmente en la conexión con smartphones o tablets Samsung, por ejemplo para la sincronización de datos entre los dispositivos o para utilizar los dispositivos móviles como una segunda pantalla para el portátil: Los que se mueven en el universo Samsung estarán encantados de aceptar esto, a otros usuarios probablemente les molestará.

Prueba de velocidad: rendimiento sólido para uso empresarial

Sin embargo, no puede haber dos opiniones sobre la potencia de cálculo del Galaxy Book: El sensato equipamiento de hardware garantiza sólidos resultados en pruebas de rendimiento ofimático y multimedia. Con el procesador híbrido de 12 núcleos (4 potentes núcleos P, 8 frugales núcleos E), los 16 GB de RAM (módulos LPDDR5 no intercambiables) y la sorprendentemente rápida SSD NVMe de WD, el portátil Samsung apenas es más lento que los portátiles con un procesador Raptor Lake de la línea H o un Ryzen 9 6900HS; sólo los dispositivos multimedia con GPU adicional son ligeramente más rápidos, especialmente en renderizado.

Thomas Rau

La CPU funciona con un TDP de 28 vatios, puede consumir un máximo de 64 vatios y logra unos 10.500 puntos en Cinebench R23 – por lo que el Galaxy Book queda sólo un diez por ciento por detrás de un Core i7-12700H o Ryzen 9 6900HS en esta prueba de procesador, que actualmente se encuentran en los portátiles business más potentes.

El ventilador es claramente audible bajo carga con 42 dB(A), pero no es particularmente molesto debido al muy uniforme y bajo ruido de funcionamiento. Con un máximo de 43 grados en la parte inferior, la carcasa no se calienta en exceso ni siquiera durante las fases de carga más largas.

Pantalla: OLED de la mejor calidad

Los trabajadores de la fotografía y el vídeo en particular estarán encantados con la pantalla OLED del portátil Samsung: el panel de 10 bits con 2880 x 1800 píxeles (formato 16:10) muestra una gran reproducción del color porque cubre casi por completo todos los espacios de color relevantes y muestra una alta fidelidad cromática.

Gracias a las ventajas típicas de OLED, como un contraste extremadamente alto y una distribución del brillo muy uniforme, todo lo que se muestra en la pantalla tiene buen aspecto. Incluso en términos de luminancia, ofrece un buen resultado en las pruebas con más de 400 cd/m2. Si se desea, un sensor de luz integrado se encarga automáticamente de que el Galaxy Book muestre el brillo adecuado con cualquier luz ambiental.

Gracias a la frecuencia de refresco de 120 Hz, puedes desplazarte suavemente por las páginas web, mover las ventanas del programa o dejar que el cursor del ratón corra por la pantalla. El único defecto de la pantalla superior: como casi todas las pantallas OLED, tiene una superficie reflectante.

Thomas Rau

Duración de la batería y peso: muy duradero y ligero

En la prueba de batería, el Galaxy Book 3 Pro duró algo menos de 14,5 horas. Es un resultado muy bueno para un portátil OLED, ya que las pantallas autoluminosas exigen más a la batería que las que tienen retroiluminación LED cuando se trata de contenido de imágenes brillantes. El Galaxy Book se beneficia del procesador P: en la prueba, consumió algo menos de dos vatios menos que la combinación de OLED y procesador H. Otra característica positiva es que la batería vuelve a cargarse casi por completo tras una hora en el adaptador de corriente.

Además, el portátil de Samsung sólo pesa poco más de 1,5 kilogramos y es significativamente más ligero que la mayoría de portátiles de 16 pulgadas: larga autonomía, poco peso, gran pantalla – con el Galaxy Book esta combinación realmente tiene sentido, porque se obtiene una enorme superficie de pantalla sin tener que limitarse en términos de movilidad. Otra ventaja: la fuente de alimentación de 65 vatios es especialmente compacta y ligera.

Thomas Rau

Manejo: el teclado y el touchpad son de primera

Otro aspecto destacado son los controles del portátil Samsung: El touchpad es enorme y su superficie mantiene el equilibrio perfecto entre agarre y suavidad: esto permite colocar el puntero del ratón con precisión en todo momento o deslizarlo por la pantalla sin frenazos. Reconoce el clic con una respuesta clara pero nunca estridente.

El teclado es igual de convincente: siempre es silencioso al escribir y cada tecla ofrece una respuesta a la presión muy buena. No hace falta tiempo para acostumbrarse a la disposición, y las teclas de dirección también son fácilmente accesibles, aunque son más pequeñas. Samsung también aprovecha la anchura de la carcasa de 16 pulgadas para un teclado numérico adicional, cuyas teclas son apenas más pequeñas que las del teclado principal.

Equipamiento: Muchos puertos, pero un SSD pequeño

Para ser un portátil de empresa, el Galaxy Book 3 Pro ofrece muchos puertos -sólo el USB Tipo A es escaso, con una sola toma. Por otro lado, hay dos puertos Thunderbolt 4, que también sirven para cargar el portátil, una salida HDMI, un lector de tarjetas de memoria y un sensor dactilar en el botón de encendido. Sin embargo, el tamaño del SSD de 512 GB es demasiado pequeño para este rango de precios. La variante del modelo con un SSD de 1 TB cuesta unos 200 euros, pero apenas está disponible por el momento.

Samsung Galaxy Book 3 Pro: resultados de las pruebas y características

Portátiles profesionales: Cómo lo probamos